En estos últimos meses, confieso que sospeché la llegada inminente de este día, intente postergarlo, me regalé algo de tiempo... creo que en el fondo, no quería enfrentarme a la triste realidad de tener que despedirme de ti amigo Carmelo que me has regalado tantas alegrías y buenos momentos. Gracias por compartir momentos, pocos, pero maravillosos, que me han acompañado. Te echaré de menos. Echaré de menos tu serenidad. Echaré de menos tus palabras como canciones al viento. Has cogido tu maleta y te has ido de viaje, pero yo se donde encontrarte. Estoy seguro que no te encontrare entre los ricos y poderosos, tampoco te encontrare entre el lujo y la parafernalia que los rodea, seguro que no estarás entre quienes conspiran y manipulan. Se que te encontrare entre los pobres y desheredados, entre los necesitados y los oprimidos, se que te encontrare en los lugares mas humildes, se que estarás cerca de quienes dialogan y acuerdan a pesar de las discrepancias, por eso se donde buscarte y se que te encontrare, donde quieras que hayas ido, allí nos veremos tarde o temprano, cuando Dios quiera. Hasta entonces querido Carmelo decirte que esto no es un adiós si no un hasta siempre y para que ello sea así conservare en mi memoria todas tus vivencias para que puedas continuar tu andadura.
Yo nunca me he quedado sin patria, mi patria es el idioma, y porque la pobreza es cuestión de los ricos y estos no tienen la voluntad politica necesaria para erradicarla me pongo de lado de los pobres para con el idioma decir lo que pienso.