viernes, 6 de noviembre de 2009

LA PRENSA DE LA RIOJA Y LOS INTERESES DE PPEDRONE

Cuentan en los mentideros del laurel, cuando se llevan unos vinitos encima hay que ver lo que algunos largan, que hace pocas fechas el tribunal de la Inquisición Riojano, se reunió, junto con algunos medios de comunicación, para buscar fórmulas inquisitoras con las que paliar las malas informaciones contra el gobierno y cantar loas a sus escasos y repetitivos logros.
Tal Tribunal Inquisidor, al más puro estilo de Torquemada, dicen por esos mentideros que al menos estuvo compuesto por el Consejero de Presidencia Emilio del Rio “Chulito de La Rioja”; el Consejero de Hacienda Juan José Muñoz “Voladoreolico”; el Consejero de Salud José Igancio Nieto “Desviapacientes” y alguno más sin confirmar.
En algunos medios de comunicación de La Rioja opinar, e informar que son sus expresiones bàsicas, en nuestra realidad riojana, hace tiempo que no son paradigma de lo que deben ser: Pues, no son ni imparciales, ni objetivos, ni independientes. Todos representan los intereses oligarquicos de sus dueños y de sus financiadores, ni màs ni menos. Entre quienes les financian y pactan tal financiación a cambio de publicar las alabanzas y callar los escandalos, esta el propio Gobierno de PPedrone.
Las actuaciones del Gobierno de La Rioja contra dos medios de nuestra región son vergonzosas y lesionan los derechos básicos a la libertad de expresión y de prensa. Las actuaciones contra dos medios Radio Rioja y el Correo (en el caso de Radio Rioja, no es nueva, viene de lejos, pero en el caso de el Correo, si que es novedosa), viene motivada por publicar a toda plana, la adjudicación al Consejero de Vivienda Antonino Burgos Navajas de un puesto en el último concurso de méritos que, el Gobierno de La Rioja del que forma parte, le conceció.
Cuentan que el cabreo ese día, el de la publicación, de PPedrone fue tal que se oian los tacos desde la concha del espolón. Lo más vergonzoso y repudiable de todo es el papel de inquisidores oficiales que no deja de ocultar ese maloliente tufo de la censura dictatorial, con un pie en la infamia y otro en la tontería. Los nuevos inquisidores son dependientes del Gobierno.
Que los contenidos de radio, prensa escrita y televisión se hallen en manos de sumisos burócratas es un peligro para la ciudadanía y avergüenza a toda persona que tenga a la libertad de expresión y la tolerancia como valores esenciales. "Los Torquemadas de La Rioja presumen de demócratas pero tienen mentalidad totalitaria.