jueves, 8 de mayo de 2008

El día de Don "Diputao" y el día de Don "Currela" en La Rioja

Termina, por fin, el que han denominado Día de Don Diputao. Y así, el Día de Don Diputao ha pasado de ser un homenaje elegante a un cachondeo en el que todo el mundo se ha subido a la burra. No es mi intención meterme con el Parlamento riojano, pero sí con sus excesos. Observar actos que no guardan relación con el devenir diario ni con los meritos de sus señorías provoca vergüenza ajena.
Pero sigamos: numerosas personas han arrimado el ascua a su sardina, molesta a uno que algunos de esos Diputaos de las instituciones que pregonan ser defensores y amantes de la democracia, probablemente nunca hayan conocido a esta señora y ni tan siquiera hayan practicado sus buenas costumbres. Si algo le molesta a uno es que pongan el cargo que ostentaron, algunos: los menos durante una legislatura, otros: los más dos o tres legislaturas, como excusa para homenajearse por el “trabajo realizado”. El mejor homenaje que pueden hacerle al Pueblo riojano es, inducir a la práctica de los valores de la democracia. Reivindican la Cámara como "lugar de encuentro entre la ciudadanía y la política".
Pero: ¿no es el PP quien limita y restringe al acceso a la misma? Con actos como este lo único que consiguen es el alejamiento de los ciudadanos de la clase política. El mismo PP que no invita a los actos a los representantes del consistorio logroñés, será porque no lo manejan ellos.
Continuemos: si porque quieren, que nadie les obliga y por “trabajar” cuatro años reciben un homenaje, yo me pregunto: ¿Qué homenaje deberíamos montar para los currelas a los que nos les queda más remedio y que llevan más de treinta años laborando todos los días por obligación, repito todos los días, un mínimo de ocho horas diarias?
Reivindico pues el día de Don Currela para al menos igualar la balanza en lo que a homenajes se refiere que en lo del currele no nos igualaremos nunca, ahí si que les sacamos ventaja, sin duda.