jueves, 29 de mayo de 2008

EL INVENTO DE LAS INSIGNIAS Y MEDALLAS DE PPEDRONE


El imaginario popular riojano que es rico en expresiones, entre muchas de ellas, dice referente a Anguiano: «Anguiano, tres barrios, tres puentes y tres clases de gente. Unos ladran, otros muerden y a otros ni Dios los entiende».
Sirva este dicho popular para introducirnos en la última ocurrencia de PPedrone. Ocurrencia a la que espero le salgan también sino tres al menos dos clases de gente: los que incondicionalmente adoran a PPedrone y los que todavía les queda dignidad para rechazar la barbaridad que PPedrone propone, aunque debe tener presente que Dios dispone.
Así, los 47 consejeros de los diferentes Gobiernos que ha tenido la región durante la Democracia, recibirán la Insignia de La Rioja, según anunció hoy el presidente del Gobierno regional, PPedrone.
Una distinción, que se entregará el 'Día de La Rioja', a las personas que han ejercido y ejercen como consejeros desde que, en 1983, se formó el primer Gobierno autonómico. PPedrone ha precisado que esta distinción pretende reconocer su esfuerzo "importante" realizado por estos 47 consejeros en la construcción y transformación de la Comunidad de La Rioja durante los últimos 25 años. ¿Hacer lo que uno quiere sin que nadie le obligue? supone un esfuerzo…
Este acto, ha añadido, es "un ejercicio de responsabilidad" ¿de quien? Pregunto yo, y demuestra el agradecimiento a "aquellos políticos que han tenido responsabilidades de Gobierno, sea del color político que sea.
PPedrone no es quien para agradecer nada a nadie cuyo mérito es estar donde se esta o se ha estado por que así lo ha querido el pueblo.
Ha insistido en lo que supone de "reconocimiento al político, a aquel que ha tenido una dedicación dentro de la responsabilidad del Gobierno durante estos 25 años, en lo que ha sido la transformación de la propia Comunidad Autónoma, aprovechando las competencias que el propio Estatuto nos ha dado”.
Yo, ingenuo de mi, deseo y espero que nadie que haya sido Consejero y no pertenezca al PP, acuda a recoger esta “distinción”.
Al hilo de este asunto, quiero recordar la dignidad de Olga Bejano que en fechas recientes le devolvió a PPedrone su medalla de La Rioja. Olga es la única mujer galardonada con la medalla de Oro de La Rioja, que recibió en 1998. Pero ahora ha devuelto ese premio. Y es que denuncia así el abandono al que se ha visto sometida y el incumplimiento de las promesas que hizo el presidente Pedro Sanz. Argumentaba: “No rechazo el cariño con que se me concedió por parte del pueblo riojano, lo que rechazo es la hipocresía de estos acontecimientos en los que se pronuncian palabras muy bonitas que no se sienten y se hacen promesas que nunca se cumplen”, explica en una carta a Sanz. “Nos dijeron que con la Ley de Dependencia nos iban a dar una ayuda mensual insuficiente y que todavía no ha llegado. Pero lo que enfada a Olga es que se que se haya incumplido lo que nos prometió el Gobierno regional”.
NO MERECE OLGA EL APOYO DE TODOS LOS EXCONSEJEROS. ESPERO QUE SEPAN ESTAR A LA ALTURA DE LAS CIRCUNSTANCIAS.
Lo que sería el colmo de la hipocresía, siendo conocedores de esta noticia, es el acudir a recoger esta distinción. Con el gasto que se va a originar habrían tenido para la ayuda mensual de Olga y para algo más.
Además PPedrone no hace nada de forma gratuita, se me escapa el objetivo final de esta nueva parafernalia que quiere monta sin venir a cuento, pero eso si, vaticino: MILES DE FOTOS A PASEAR POR EL MUNDO VENDIENDO SUS BONDADES EN LA REVISTA MENSUAL.
Nada más lejos de la realidad, tras esa piel de cordero, se esconde el lobo más feroz. Pues bien: convendría recordar, de todas formas, que los premios, como el éxito, es fácil conseguirlos, sobre todo cuando se está en el poder. Lo difícil es merecerlos.
La necesidad de logros y el afán de aparentar méritos que no tienen siempre ha sido una característica de PPedrone. Los del gobierno de PPedrone han tratado siempre de figurar como los dueños de la cultura, los que monopolizan, los valores éticos de la sociedad, los que merecen parabienes y distinciones y ya que nadie les reconoce tales méritos, no dudan en auto complacerse y concederse premios entre ellos, pero para merecerse ellos necesitan la complicidad de los demás. Por ello pido a los exconsejeros que no sean cómplices de PPedrone.
Su afán de notoriedad y de acumular méritos no obedece tanto a su presunción y vanidad como a su complejo de inferioridad porque en su fuero interno se sabe mediocre.
Claro que cuando están estos cuentistas por medio todo se parece a un coche de caballos, donde el trabajo lo hace el caballo y las propinas se las lleva el cochero.
Sin duda a PPedrone le gusta entregar medallas, es una bonita ceremonia que le hace sentir importante y por eso no desaprovecha la ocasión.
Hay medallas que mejor no tenerlas, pero para quienes necesitan contabilizar éxitos y no los consiguen, estos premios proporcionan brillo a su currículum, aunque no prestigio.
Y es que el prestigio es como el cabello. Es más fácil tenerlo artificialmente brillante que limpio.