viernes, 19 de junio de 2009

NO SOBRAN FUNCIONARIOS, SOBRAN POLÍTICOS, Ó ES QUE REALMENTE ¿SE QUIERE PRIVATIZAR PARTE DE LA ADMINISTRACIÓN?

Ocurre que, en época de crisis, siempre se reaviva la polémica: “SOBRAN FUNCIONARIOS”. Quien más lo reaviva suele ser la derecha, es misma derecha riojana que gobierna nuestra región y que crea empresas auxiliares, fundaciones, sociedades, etc., como vía de escape a dudosas contrataciones de personal, eso sin contar con que en el Gobierno de La Rioja existen más altos cargos que entre Navarra y Cantabria juntas y que el despilfarro, uso personal y partidista de los numerosísimos coches oficiales, el último lo tenemos el día de las elecciones europeas, a saber: el monovolumen que Emilio del Río “chulito de la rioja” tiene a su disposición en su Consejería, conducido por el subalterno que tiene para estos menesteres, se dedicó a repartir la comida del partido popular a sus interventores por los colegios electorales en compañía del exconcejal y actual asesor en el ayuntamiento de Logroño, Alberto Guillen, hace que nos planteemos la siguiente pregunta: ¿sobran funcionarios o altos cargos?
Lo que de verdad esta de mas es el despilfarro descarado de este gobierno. ¿Alguien está de acuerdo con que haya menos policías, médicos o profesores? ¿No llevan los funcionarios perdiendo poder adquisitivo año tras año y con congelaciones de sueldo por parte de gobiernos del PP? Menos gasto en parafernalia, en vehículos oficiales, en fiestas y saraos, en cargos y carguitos en empresas auxiliares, etc., esto sí que sobra. Se da a entender que la administración regional esta inflada de personal, y puede que sea verdad en parte, pero no se puede obviar lo uno de lo otro, primero habrá que hacer una ordenación de las irregularidades empleadoras del Gobierno de La Rioja, ejemplo: la ADER cerca de 80 empleados, 8 funcionarios, el resto personal laboral contratado a partir del mandato del gobierno popular, a los mejor sobran estos entre otros.
¿Sobra personal en el sector público riojano? Depende de una serie de factores. El primero, hay que distinguir entre personal de naturaleza política y del personal profesional. En los primeros, es cierto que en las Consejerías del Gobierno de La Rioja hay una estructura injustificada, el número de asesores y otros cargos de confianza es un verdadero disparate. Ya conocemos la lógica, por la que se mueve la política del PP: la gente del partido aprieta fuerte y piden sus recompensas.
Otra cuestión es la del personal profesional. Si le preguntamos a los profesionales de la salud, de la enseñanza, de la seguridad, etc. a buen seguro se echarían las manos a la cabeza porque el crecimiento de las plantillas de estos profesionales públicos no está directamente vinculado a las necesidades que la sociedad demanda en los diversos servicios que han de atender. Teniendo en cuenta que la mayor parte de efectivos públicos están en estos colectivos y que son los servicios públicos más y mejor valorados por los ciudadanos, no parece que haya tantos desmanes, salvo que pensemos que la provisión de estos servicios no deban hacerse por el Gobierno de La Rioja sino por empresas privadas, que a lo mejor es lo que quiere el presidente de los empresarios de acuerdo con el Gobierno de La Rioja.
¿Es una Administración cara? El mismo cuento. Cualquier funcionario público español tiene un sueldo muy por debajo del de sus homólogos de Europa, en la mayoría de los casos los funcionarios no pasan de ser mileuristas -con fijeza en el empleo, pero mileuristas-. Por tanto, de sueldos públicos la cosa no va. Se puede pensar que la provisión privada de servicios públicos resultaría una opción más económica para el ciudadano,
cosa que no está tan clara y estaría por ver, pero seguro que es lo que quiere el presidente de la FER.
Aquí lo que importa es que la administración riojana aporte el máximo a los ciudadanos. Para ello tendrá que estar bien dimensionada, no como ahora, pero también bien pagada. Sr. Julián Doménech, sea prudente con ciertas afirmaciones: las cosas son mucho más complejas de lo que parece. Dice usted en los diferentes medios de comunicación en relación con una encuesta, supongo que interna de la FER, lo siguiente: “la encuesta proporciona varias alternativas para la reforma o mejora de las administraciones públicas y más del 80% responde que sería necesario reducir el número de personas empleadas en la función pública: «Pagamos mucho para mantener esta situación -señaló Julián Doménech- y el sistema, sin embargo, es bastante deficiente». «Entendemos -agregó- que es necesaria más gestión privada en la Administración pública y una reducción de funcionarios». El presidente de la patronal aseguró que «no hay más que ver los presupuestos de las diferentes administraciones para ver que las partidas de personal, son año a año, las que se llevan el gato al agua, con un excesivo número de delegados sindicales».
Pues bien: ante esto, parece que usted obvia que la actividad de nuestros políticos en La Rioja es más bien deficiente, opaca y siniestra. Como fueron votados en las urnas, les basta. Eso si, hasta que se acerque otra campaña electoral, entonces nos contarán nuevamente sus embustes y milongas. A la política riojana y en concreto al Gobierno de La Rioja, lo que realmente le sobran son cargos públicos y gastos de protocolo y parafernalia.
Usted en vez de optar por la solución de acumular competencias diseminadas, reduciendo consejerías, direcciones generales, asesores y “laborales”, que son el resultado, en general, del amiguismo practicado a dedo, que tanto se utiliza por los políticos del Gobierno de La Rioja, para no enfadar al Jefe PPedrone, se decanta por lo más cómodo y populista: SOBRAN FUNCIONARIOS.
Humildemente le recomiendo que la próxima vez y antes de abrir la boca medite sobre estas cuestiones, a lo mejor su opinión cambia.